Queridos compañeros, queridas compañeras, estimados miembros de la Delegación de Estudiantes de la UMH, resto de la Comunidad Universitaria de la UMH, ¡Buenos días!

Nosotros, los estudiantes, colectivo al cual me enorgullece representar, estamos encantados de poder dedicaros unas breves línea, a toda la comunidad universitaria de la UMH, en este nuevo inicio de curso académico. Seré breve y por ello iré al grano. ¡Bienvenido a los mejores años de tu vida! Y así deberíamos acabar esta pequeña intervención.

Hay muchas acciones, detalles que hacen que esta frase sea una realidad: Un fondo de becas y ayudas para los estudiantes muy completo, con ayudas para matricula, infinidad de becas de colaboración, con las que el estudiantado puede conseguir recursos para “capear el temporal”, numerosas iniciativas que fomentan que nuestra Universidad se posicione como una de las punteras en innovación docente, sistemas internos que aseguran la calidad de nuestros estudios, y siempre contando con el estudiantado para ello, tanto en la toma de decisiones como en la realización de las acciones concretas. Somos conscientes del esfuerzo, humano y económico, que suponen todas estas iniciativas y por ello, agradecemos el esfuerzo.

Con todo lo dicho, aún son muchas las sombras y dificultades en el camino de un estudiante universitario en la actualidad. Desgraciadamente, hoy no estamos mejor que ayer.

No voy a ahondar en las (desafortunadas a nuestro entender) decisiones que sobre la universidad están emprendiendo en los últimos tiempos las Administraciones nacionales, nuestro querido ministro, y autonómicas, nuestra querida Consellera, y que suponen un ataque frontal a la educación a todos los niveles, y también a la universidad.

El 3+2, los prestamos universitarios (preferentes pero para los bancos), las astronómicas tasas de master (y grado), un sistema de becas para nada garantista y oscuro y un largo elenco de promesas incumplidas, desplantes y deficiencias en la gestión que para nada ayudan. Todo ello supone un proceso de desmantelamiento del sistema de educación público universitario.

Tampoco vamos a comentar sus palabras que no merecen nuestro tiempo, ni sus iniciativas que como entenderán, el colectivo al que represento no se siente esperanzado con estas últimas decisiones sobre política universitaria, sino todo lo contrario, estamos llenos de dudas y temores. Por ello, desde aquí, les pido a los gestores políticos, universitarios y civiles, que escuchen a los estudiantes, porque nuestra intención no es otra que la de sumar. Creemos en las soluciones imaginativas, y esas no necesitan grandes presupuestos, pero si voluntad y debate. Y sin que suene a amenaza «es mejor tenernos al lado que enfrente», podemos sumar y para nada nos gustaría restar, ya que sería tirar piedras sobre nuestro tejado.

“La UMH es una universidad joven”, pero no por ello inexperta, no por ello falta de calidad en sus estudios, no por ello sin personal sobradamente competente para desempeñar una gran labor. Como Institución joven que se nos presupone, no debemos caer en vicios y conductas de universidad acomodada, caduca y apalancada en las tradiciones. Joven no debe asociarse tampoco a una “carta blanca” para poder cometer errores, a una «bula papal» a la descordinacion y el desorden de ideas. Debemos ser una Universidad dinámica, adaptada a las nuevas tecnologías y también sensible a la situación social actual del estudiante. En resumen una Universidad adaptada al presente y dispuesta al futuro, lo cual, poco a poco y con mucho trabajo, conseguiremos.

Por supuesto no debemos perder de vista el sentido fundamental de la Universidad, que no es otro que formar a los profesionales del mañana, a las personas del futuro, nosotros, los estudiantes. Personas que debemos ser el motor de nuestra sociedad y que hoy somos estudiantes. Estudiantes influenciados por su entorno, por su Universidad.

Los estudiantes somos la base de este edificio del conocimiento que es la universidad y los pilares, nexo de unión entre esa base y los pisos superiores, los representantes de los estudiantes, estudiantes que invierten su tiempo y a veces su dinero (el que no tienen) aportando su pequeño granito de arena a esta institución. Por ello tiene todo el sentido, la labor que esta Universidad lleva a cabo día a día, integrando a los estudiantes, por medio de sus representantes, en todos los procesos decisorios que conllevan acciones que puedan afectarles, que son casi todas, como parte de esta Institución y como usuarios de la misma.

Para terminar me gustaría remarcar, que aunque con pequeñas dificultades del día a día, nos sentimos orgullosos de pertenecer a la UMH, y como deber nuestro que es, el de la Delegación de Estudiantes, estamos dispuestos a trabajar sin descanso, siempre que nuestras clases nos los permitan, en pro de mejorar esta nuestra Universidad, así que no duden en tocar a nuestra puerta.

Les deseamos lo mejor en este nuevo curso que hoy se inaugura oficialmente, y ahora si ¡Bienvenidos a los mejores años de vuestras vidas! ¡Bienvenidos a vuestra casa!

Muchas gracias.